Hoy ha empezado el apagón de la Wikipedia en inglés como medida de protesta por la ley SOPA. Una forma de mostrar tu apoyo a la medida es utilizar la etiqueta #wikipediablackout.
Si vas a Twitter y sigues esta etiqueta verás que, como es normal, hay un gran número de tweets de cachondeo; cosas del estilo de que ha llegado el momento de "desempolvar" el CD-ROM de la enciclopedia "Encarta" que dejó de venderse al ser incapaz de competir con la Wikipedia, tweets acerca de que la población mundial se doblará dentro de nueve meses, en referencia al baby boom que se dió después del gran apagón en EEUU del 65, los estudiantes desesperados teniendo que ir a un sitio llamado "biblioteca", etc.
Por supuesto, están también los tweets genuinos de soporte a la Wikipedia.
Sin embargo, me ha sorprendido encontrar un tercer tipo de tweet en el que se indica cómo "saltarse" el apagón: desactivando la ejecución de javascript en el navegador o pulsando Ctrl+P para imprimir la página (antes de que se "apague").
Desconozco los motivos técnicos que han hecho elegir la utilización de un script a otros métodos. Sin embargo, me parece que tener que saltarse el apagón demuestra hasta qué punto hemos llegado a depender de Wikipedia y de esta nueva forma de obtener información que es internet.
Precisamente por ello, la protesta me parece loable, porque pretende hacer llegar a un público masivo el prejuicio potencial de una ley como SOPA (o la Ley Sinde en España, sin ir más lejos). Es precisamente ese público el que más perjudicado resultará con la entrada de estas leyes que sólo buscan restringir el acceso a determinados sitios de internet, sin plantearse el porqué la gente acude a esos sitios de internet.
A la práctica, este tipo de leyes lo único que demuestran es lo lejos que están las personas que redactan y aprueban estas leyes del conocimiento sobre cómo funciona internet. Enrique Dans, por ejemplo, lo explica con detalle en su página, aunque hoy 18/01/2012 también está apagada.
Los estudios han demostrado una y otra vez que las descargas de películas, series, libros, etc. no perjudican la difusión, o para ser más exactos, la comercialización de estos contenidos.
En mi caso concreto, he dejado de ir al cine porque los precios de las entradas no dejan de subir sin que la "experiencia" de ir al cine haya mejorado en décadas: ¿una pantalla grande y un sonido espectacular? Nada que no pueda disfrutarse con un buen home cinema. De hecho, en casa disfruto de ventajas como la posibilidad de repetir escenas, escuchar la voz original de los actores, pausar la reproducción para ir al lavabo... ¿Qué me ofrece el cine? ¿Tener que tragarme publicidad antes de la película, "disfrutar" de la compañía de algún maleducado que no apaga el móbil o que ha ido al cine a echarse unas risas, pagar las palomitas a precio de oro?
Volví al cine cuando me ofrecieron algo que no podía experimentar en casa: las películas en 3D (y me cobraron extra por este pequeño "placer"). Pero las 3D, en mi opinión, no aportan nada esencial a una buena película, donde lo que engancha es la historia o la realización...
Es mucho más sencillo explicar este desencanto con la música: si me compro un CD, me ponen pegas -sistemas anticopia, DRM- para pasarlo a mi disco duro -por el que me cobran un extra- porque las discográficas tienen miedo de que lo distribuya en internet. ¿Acaso no han oído hablar de una cosa llamada iPod? ¿Creen que todavía escucho música en el Discman?
Las discográficas han perdido una batalla que todavía siguen intentando ganar luchando contra sus clientes, en vez de ofreciéndoles nuevas opciones (iTunes Store, Amazon, etc...). Las distribuidoras y los estudios de Hollywood, en vez de aprender la lección, han seguido el mismo camino: prohibir antes que dialogar.
La siguiente industria -que ya le está viendo las orejas al lobo- son las editoriales, con la llegada del libro electrónico y una competencia a la que no saben plantar cara: Amazon y su Kindle.
Todos ellos deberían aprender a escuchar las necesidades de la gente; somos sus clientes, los que cambiamos dinero a cambio de algo que nos aporte valor. La tecnología ha modificado el valor de sus productos sin que haya vuelta atrás. En vez de concentrarse en presionar para que se aprueben leyes que no pueden ejecutarse, deberían invertir sus esfuerzos en ofrecer nuevas maneras de rentabilizar sus productos en los tiempos que corren. En caso contrario, el tiempo pasará y los dejará atrás.
Si vas a Twitter y sigues esta etiqueta verás que, como es normal, hay un gran número de tweets de cachondeo; cosas del estilo de que ha llegado el momento de "desempolvar" el CD-ROM de la enciclopedia "Encarta" que dejó de venderse al ser incapaz de competir con la Wikipedia, tweets acerca de que la población mundial se doblará dentro de nueve meses, en referencia al baby boom que se dió después del gran apagón en EEUU del 65, los estudiantes desesperados teniendo que ir a un sitio llamado "biblioteca", etc.
Por supuesto, están también los tweets genuinos de soporte a la Wikipedia.
Sin embargo, me ha sorprendido encontrar un tercer tipo de tweet en el que se indica cómo "saltarse" el apagón: desactivando la ejecución de javascript en el navegador o pulsando Ctrl+P para imprimir la página (antes de que se "apague").
Desconozco los motivos técnicos que han hecho elegir la utilización de un script a otros métodos. Sin embargo, me parece que tener que saltarse el apagón demuestra hasta qué punto hemos llegado a depender de Wikipedia y de esta nueva forma de obtener información que es internet.
Precisamente por ello, la protesta me parece loable, porque pretende hacer llegar a un público masivo el prejuicio potencial de una ley como SOPA (o la Ley Sinde en España, sin ir más lejos). Es precisamente ese público el que más perjudicado resultará con la entrada de estas leyes que sólo buscan restringir el acceso a determinados sitios de internet, sin plantearse el porqué la gente acude a esos sitios de internet.
A la práctica, este tipo de leyes lo único que demuestran es lo lejos que están las personas que redactan y aprueban estas leyes del conocimiento sobre cómo funciona internet. Enrique Dans, por ejemplo, lo explica con detalle en su página, aunque hoy 18/01/2012 también está apagada.
Los estudios han demostrado una y otra vez que las descargas de películas, series, libros, etc. no perjudican la difusión, o para ser más exactos, la comercialización de estos contenidos.
En mi caso concreto, he dejado de ir al cine porque los precios de las entradas no dejan de subir sin que la "experiencia" de ir al cine haya mejorado en décadas: ¿una pantalla grande y un sonido espectacular? Nada que no pueda disfrutarse con un buen home cinema. De hecho, en casa disfruto de ventajas como la posibilidad de repetir escenas, escuchar la voz original de los actores, pausar la reproducción para ir al lavabo... ¿Qué me ofrece el cine? ¿Tener que tragarme publicidad antes de la película, "disfrutar" de la compañía de algún maleducado que no apaga el móbil o que ha ido al cine a echarse unas risas, pagar las palomitas a precio de oro?
Volví al cine cuando me ofrecieron algo que no podía experimentar en casa: las películas en 3D (y me cobraron extra por este pequeño "placer"). Pero las 3D, en mi opinión, no aportan nada esencial a una buena película, donde lo que engancha es la historia o la realización...
Es mucho más sencillo explicar este desencanto con la música: si me compro un CD, me ponen pegas -sistemas anticopia, DRM- para pasarlo a mi disco duro -por el que me cobran un extra- porque las discográficas tienen miedo de que lo distribuya en internet. ¿Acaso no han oído hablar de una cosa llamada iPod? ¿Creen que todavía escucho música en el Discman?
Las discográficas han perdido una batalla que todavía siguen intentando ganar luchando contra sus clientes, en vez de ofreciéndoles nuevas opciones (iTunes Store, Amazon, etc...). Las distribuidoras y los estudios de Hollywood, en vez de aprender la lección, han seguido el mismo camino: prohibir antes que dialogar.
La siguiente industria -que ya le está viendo las orejas al lobo- son las editoriales, con la llegada del libro electrónico y una competencia a la que no saben plantar cara: Amazon y su Kindle.
Todos ellos deberían aprender a escuchar las necesidades de la gente; somos sus clientes, los que cambiamos dinero a cambio de algo que nos aporte valor. La tecnología ha modificado el valor de sus productos sin que haya vuelta atrás. En vez de concentrarse en presionar para que se aprueben leyes que no pueden ejecutarse, deberían invertir sus esfuerzos en ofrecer nuevas maneras de rentabilizar sus productos en los tiempos que corren. En caso contrario, el tiempo pasará y los dejará atrás.
Comentarios
Is it still possible to access Wikipedia in any way?
Yes. During the blackout, Wikipedia is accessible on mobile devices and smart phones. You can also view Wikipedia normally by disabling JavaScript in your browser, as explained on this Technical FAQ page. Our purpose here isn't to make it completely impossible for people to read Wikipedia, and it's okay for you to circumvent the blackout. We just want to make sure you see our message.
Es decir, que su intención no era bloquear el acceso a la información de la Wikipedia, sino la de asegurarse de que su mensaje era visto.